martes, 2 de junio de 2009

Hope Luise

Hoy quizás sea un día como cualquier otro, pero no para mí. Mi maestro se esfuerza en entrenarme a controlar la fuerza, lo cierto es que yo no quiero volver a meditar en mi vida, al menos no concientemente. Sé que quizás vuelva a pasarme lo mismo, lo que viví en ese “sueño” fue demasiado real.
Hope, así me llamó mi maestro, dijo que yo había sido ella por un día completo ¿Qué yo era Hope? ¿Cómo iba a poder ser ella? Yo era Faith. Mi cabeza era una total confusión y ahora todos me miraban extraño, en especial los niños. Creo que fue un grabe error que mi maestro me hiciera usar las habilidades de Hope enfrente de ellos. Ella era jedi, no padawan, y por cierto, era muy poderosa.
Solo una pregunta me había quedado de todo eso, y un sentimiento. La pregunta era sencilla ¿Hope y yo, éramos la misma persona? Sino entonces por qué yo había vivido lo mismo que ella, por qué sentí lo mismo que ella. Una vez más pensé en Clint, y en el final que había tenido, había sido mi culpa, yo decidí actuar para que ese demonio horrible no se liberara, yo decidí dejarlo morir ¿o fue Hope?
“Liberalo, o él se muere” fueron las palabras del sith. Maldición, ambas opciones eran igual de terribles, pero no podía dejar libre esa cosa, fuera lo que fuera…
No había otra salida, no podía dejar que ese sith lograra lo que se proponía, tenía que eliminarlo a toda costa, y lo hice a pesar de que tuve que verlo morir frente a mis ojos. Yo lo maté ¿o fue Hope?
Le agradecí a mi maestro que me hiciera volver a la realidad, me llevó del campamento a entrenar apartada del resto y eso me hizo bien, por un lado. Por el otro mi mente estaba dispersa, ¿por qué tenía que haber aprendido lo que significaba amar? Hubiera preferido seguir como antes, cuando no tenía la más mínima idea de lo que era eso. Pero… ese sentimiento se me quedó grabado para siempre, pensé que mi primer amor había sido un hombre muerto hace dos mil años, era patético.
Sentí el dolor de Hope, todo el tiempo. Sabía que nada más le importaba después de lo que había pasado ¿por qué Clint se había aliado con los sith? ¿había sido por ella? Ella solo quería llorar, y yo también. Odié haberme interpuesto entre ellos. Mi maestro me dijo que Hope soñaba conmigo, así como yo había soñado con ella, la Fuerza a veces nos hace vivir cosas demasiado extrañas.
Ojalá pudiera olvidarme de todo, ojalá nunca hubiera conocido a Clint o a Hope. Ojalá no vuelvan a obligarme a ver ese maldito sueño. No quiero saber nada con él, después de ese loco recuerdo de siths matando jedis y quedándose en el trono de la República todo se había vuelto una confusión. Y ese recuerdo no era mío, alguien lo había puesto allí, en mi mente. Basta, no quiero volver a eso, no quiero ser otra vez Hope, no quiero volver a sentirme así. Solo quiero ser quien soy, la padawan Faith, la que sabe reparar naves y reprogramar computadoras, la que puede liderar un ejército de droides sin ningún problema. Quiero volver a estar entre droides. Ellos son menos complicados.
No, ahora sé que no puedo, no puedo evitar sentirme así, no puedo olvidarme de nada, jamás voy a poder olvidarme. Cómo voy a olvidarme las últimas palabras de Clint “Te amo”. Ojalá algún día yo pueda vivir un amor que fuera la mitad del amor que ellos se tenían.
Pero… se supone que los jedis no podemos enamorarnos, no podemos tener fuertes lazos con nadie… quizás debería hablar de esto con mi maestro, pero no me atrevo, siento que es demasiado personal, aunque eso suene muy irónico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario