viernes, 26 de junio de 2009

¿Qué es este poder?

¿Qué es este poder?
Todavía no logro entender bien, no solo cómo acceder a él, sino tampoco como controlarlo. Mi maestro dice que no voy a poder ser un caballero jedi hasta que no logre meditar sin cruzar la línea. El problema es que no sé dónde está esa línea.
La Fuerza me otorgó un poder demasiado grande. No solo puedo tener “visiones” sobre el pasado o el futuro, sino que puedo volver a acceder a ellas las veces que quiera. Ver hacia el pasado, eso sí que era extraño, pero ver el futuro, ese era un poder demasiado grande para mí. Ojalá estuvieran vivos mis padres, quizás ellos supieran por qué tengo este poder…
Ayer entrenamos con el maestro, primero debía tomar conciencia del entorno, luego de mi cuerpo y por último, sin saltear ningún paso, acceder a una de mis visiones. Decidí elegir el sueño que había tenido de los ewoks, nada de siths por ahora. Sí, parecía que ahora a las visiones les gustaba también aparecerse en mis sueños.
Pude ver con lujo de detalles como se vestían, tanto los guerreros que se parecían a Twigol como los más pequeños a los que protegían. Pude ver la vegetación, las montañas, los animales, todo bastante diferente a como estaba en la actualidad. El entrenamiento iba bien hasta que las imágenes comenzaron a pasar a través de mí muy rápido y una tras otra. Otra vez estaba teniendo problemas en dominarlo. Intenté concentrarme en mí, en el sable de luz que era lo que me ataba a mi mundo, a mi tiempo, pero no lograba salir. Escuché que mi maestro me decía: “Tranquila”.
La siguiente visión me mostró a unos troopers, con armaduras que no conocía y que conducían unos vehículos más modernos que aquellos que actualmente se comerciaban en la República (ahora Imperio). Cruzaron rápidamente a mi lado, decidí que ya que no podía salir intentaría tocarlo. Cuando lo hice todo pareció frenarse y comencé a ver todo en cámara lenta, el trooper había pasado a otra “modalidad de tiempo” y ahora lo veía frente a mí. Me concentré en volver a la realidad pero seguía sin suerte, entonces pensé en volver la imagen a la “velocidad temporal” normal (son conceptos que estoy inventando, no sé cómo se llaman estas visiones ni sus variantes). Entonces vi todo como si fuera sentada en el mismo vehículo del trooper. Ya no sabía con exactitud en que tiempo estaba, primero pasado, después futuro y volví al pasado otra vez.
Mi maestro me dijo que logró salir del “flujo” antes que yo y que todo había estado muy bien, que nunca había dejado de realizar las formas con el sable mientras estaba en “trance”. Yo no estaba tan segura. Si bien sentí que había logrado dominar en parte mis visiones, sabía que estaba lejos de poder hacerlo por completo. Todavía ellas me dominaban a mí. Habían pasado tres días desde que iniciamos el entrenamiento, y a mí me habían parecido veinte minutos.
Derné se enfadó con el maestro por no avisar, lo cierto era que tampoco él se había percatado de los tres días.

Por fin logramos encontrar a la mujer, a la hija del duque, conde, noble o lo que fuera. Ella ahora vivía por propia voluntad con Verno, un twi’lek, y un grupo de rebeldes. Nosotros habíamos logrado hacer lo que ellos ya habían estado planeando, matar a Foga, que era el “padre adoptivo” de Verno.
Además conseguimos purgar el lugar que hacía malignos a los ewoks, un foco del lado oscuro que el maestro Asoka se encargó de purificar con nuestra ayuda. Fue raro, creo que yo también me sentí purificada después de eso. Y no solo eso, también salvamos a los esclavos, y entregamos a los responsables a la autoridad local. Kaleen y Lo Dar hicieron además su “ritual de pasaje” y lograron conseguir cristales solares para sus sables de luz, aunque Kaleen le entregó el suyo a Asoka. Ambos volvieron muy heridos, pero a salvo.
El maestro sugirió que las esclavas que habíamos logrado liberar se quedaran con el grupo de rebeldes, ellas estuvieron de acuerdo.
Cuando partimos vino con nosotros un wookie, del grupo de Verno, él iba a reunirse con el jefe para poder conseguir una nave y volver a buscar a sus amigos. Nosotros seguiríamos camino hacia Chalakta, el planeta natal del maestro Asoka.

Ahora que vuelvo a pensar sobre mi poder… creo que podría encontrar una manera de “volver”. Tiene que haber una línea que separe el pasado del futuro, una línea que sea mi presente, solo tengo que encontrar la forma de que la Fuerza me la muestre. Quizás pueda marcar el camino, como hicieron Hanzel y Gretel. Espero que no haya pájaros que se coman las migajas y borren mi rastro.

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